Así es, comienza el mes de noviembre, seguimos de veroño y los arboles se tiñen de colores anaranjados mientras mantenemos nuestros tirantes…¿sera q el medio ambiente nos quiere decir algo, que le cuidemos? Mientras reflexionamos sobre ello, el grupo de Econonuestra y cine han conseguido coordinarse para comenzar el curso hablando de accidentes nucleares, procesos participativos y energías renovables y este domingo 2 de noviembre a las 19.00 horas presentan el documental,
EL ESPÍRITU DE SCHÖNAU (2008)
Realizado por Frank Dietsche y Werner Kiefer.
El documental comienza tras el accidente de la central nuclear de Chernobyl en 1986, cuando la nube radioactiva llega hasta la alta Baviera. Allí en el municipio de Schönau, algunos de sus ciudadanos comienzan a reunirse para intentar concienciar a sus vecinos de los peligros de la electricidad de origen nuclear, además de ayudar a los afectados ucranianos acogiéndoles en su localidad. Empieza así la organización de un movimiento político en torno a la energía que en principio no buscaba más que concienciación. Tras la respuesta negativa de la empresa que les suministra energía, la Kraftübertragungswerke Rheinfelden – KWR, a peticiones tales cómo realizar una generación eléctrica libre de energía nuclear o bajar el término de potencia y subir el término de energía, para que sus ahorros se vieran recompensados en la factura eléctrica, los vecinos deciden apropiarse de la red eléctrica local y ponerla al servicio de la ciudadanía.
Fue un proceso largo que se inicia desde abajo, una batalla de 13 años a lo largo de los cuales realizan la campaña «plantas rebeldes de generación» que promueve la instalación de sistemas solares, calderas de biomasa…. acompañada de dos referéndums en Schönau y recogida de fondos en toda Alemania. Un trabajo cooperativo que hizo frente a las presiones políticas, al lobby eléctrico y que se materializa en 1997 cuando recompran la red eléctrica del municipio creando la cooperativa ciudadana EWS. En 1999 con la apertura del mercado eléctrico alemán, EWS comienza a suministrar energía limpia a todo el país llegando actualmente a 130.000 usuarios. Hoy en Alemania casi mil cooperativas generan su propia energía, como Schönau, y hay cientos de pueblos que se autoabastecen y gestionan su red. Schönau es un ejemplo de resistencia, cooperación y lucha en busca de un beneficio colectivo como es la soberanía energética.